Este es el último ejemplar de la revista Encourage antes de la Conferencia General de la IPHC, del 26-28 de julio, en Orlando, Florida. Al prepararnos para este evento cuadrienal, convoco su atención hacia algunos aspectos de dicha Conferencia que son muy importantes para nosotros como movimiento global.
Primero, nos reuniremos para adorar al Dios vivo, de Abraham, Isaac, Jacob, el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Comenzaremos a las 9 am, el miércoles 26 de julio, con un servicio de alabanza y santa cena. Espero que muchos, alrededor del mundo, nos acompañen a través de la transmisión en vivo en https://iphc.org/live.
Contaremos con tres servicios de alabanza vespertinos, culminando la noche del viernes 28 de julio con la instalación del nuevo Comité Ejecutivo del Consejo de Obispos y el mensaje del Superintendente General. Durante los días jueves y viernes escucharemos la Palabra del Señor, recibiremos instrucción y nos uniremos a los líderes de la IPHC en todo el mundo para orar en intercesión.
Es importante que reconozcamos que la adoración es el acto primario y fundamental de la Conferencia General; traslada nuestra atención a Dios y a su misión de redimir al mundo a través de su Hijo Jesucristo; además, nos lleva a la presencia del Espíritu Santo y su misión de equipar y empoderarnos para ministrar al mundo; nos transporta a la santidad de Dios y de su deseo que seamos gente que manifieste su santo amor a esta tierra dañada por el pecado.
En segundo lugar, simplemente por medio de la adoración se pueden llevar a cabo los negocios de la iglesia; esta nos recuerda que la administración de la iglesia de Cristo es un don del Espíritu Santo. En 1 Corintios 12:28 (NKJV) Pablo considera apóstoles, profetas y maestros; luego, milagros, dones de sanidades, los que ayudan, los que administran, y variedad de lenguas, como dones espirituales operando en y para el cuerpo de Cristo. Note la abundancia de formas plurales en la lista en la que Dios no se limita a tan solo una manera de “ayudar”. ¡El plural indica que todos los creyentes tienen un rol y cada necesidad una provisión!
La palabra traducida como “administradores”, es un término utilizado para describir a un capitán que guía un buque de navegación marítima; denota un viaje y meta; implica un cargo y propósito; describe la clase de decisiones y sabiduría necesitadas para liderar de manera segura hacia el fin deseado.
Por lo tanto, cuando nos reunamos para llevar a cabo nuestros negocios, podemos descansar con la plena seguridad que el Espíritu Santo estará obrando al “guiarnos”. Podemos confiar en que él nos dará los líderes que necesitamos para cada temporada del camino de la iglesia hacia el regreso de Cristo; nos dará la sabiduría necesaria para debatir y determinar varias políticas, las cuales son decisiones muy importantes, ya que, proporcionan la orientación espiritual y legal que necesitamos como una iglesia en este mundo.
Tercero, nos reuniremos para compartir los unos con los otros. Muchos de ustedes disfrutarán de comidas y descanso con un buen café junto con aquellos amigos que quizás no hayan visto en años. Otros, muy probablemente harán nuevas amistades que les permitirán el enriquecimiento de la vida propia, producto de la sabiduría, humor y gracia que ellos ofrecen. Otros tantos, participarán en un sin número de eventos especiales con comida y recepciones respectivamente. A través de estos, se descubrirá el gozo común que se encuentra a nivel global entre los seguidores de Jesús. También se llegará a manifestar dicho gozo especial de nuestro propio movimiento y su ADN espiritual.
En esta Conferencia General, se nos recordará que somos un sitio de esperanza y gente de promesa; resonaremos nuestros valores fundamentales, especialmente aquel en el que este año 2017 tiene énfasis: “En la oración valoramos el Reino de Cristo”. Reflexionaremos sobre la visión y la misión a las que el Espíritu Santo nos ha llamado.
Considerando el Reino de Cristo, recordaremos que la IPHC es parte de lo que el Espíritu Santo está obrando en el mundo con el fin de expandir los límites del mismo. En la gran línea cronológica del cristianismo, nuestros más de cien años son breves; en los casi 3 mil millones de cristianos en el planeta, nuestros números son un porcentaje mínimo. Sin embargo, somos parte de lo que el Espíritu Santo está haciendo en la historia de la humanidad con respecto al Reino de Dios. Por lo tanto, hagamos nuestra parte con valor, verdad, amor, compasión y gran fe.
By Doug Beacham
This article was published in the Junio 2017 issue of Encourage.