La 6aAsamblea Global de la IPHC convino el miércoles 20 de febrero, 2019 en el Hotel Sheraton en Santiago, Chile, con aproximadamente 450 delegados registrados de 25 países. Anteriormente conocida como la conferencia mundial, esta asamblea reúne a la familia global de la IPHC cada cuatro años durante tres días para adorar, entrar en comunión, dar testimonios, y proyectar visión. El enfoque de esta asamblea es Arise 2033, la visión dada a la IPHC a través del Obispo Presidente Doug Beacham mientras la IPHC se dirige hacia el aniversario número 2000 de la resurrección de Cristo.
Esta asamblea abrió oficialmente con un banquete la noche del miércoles, aunque varios eventos previos a la misma prepararon a los delegados para la siguiente semana. La primera dama de la IPHC, Susan Beacham, ofició una reunión para esposas de ministros “Ministers’ Wives Fellowship” el miércoles en la mañana, la cual también fue atendida por varias mujeres del clero y líderes laicos. La primera dama de la Iglesia Metodista Pentecostal en Chile, Raquel Salinas, les dio la bienvenida a los delegados allí presentes de cinco continentes. Whitney Davis, la recién nombrada Directora General del ministerio para damas “Women’s Ministries”, también le dio la bienvenida a la delegación y los animó a caminar en el llamado de Dios en sus propias vidas.
La Directora del ministerio de niñas en el este de África, Summer Sneed, habló sobre la importancia del empoderamiento de las mujeres por el Espíritu Santo y estas empoderando a otras. Les recordó a los delegados que la IPHC valora a las mujeres y afirma la participación plena y equitativa de ellas en todos los niveles del ministerio. Sneed también identificó a las mujeres de la IPHC como gigantes dormidas a quienes Dios está llamando a despertar y levantarse para la realización de la visión para el 2033. Utilizando el ejemplo de Ana en Lucas 2, animó a los asistentes en cuanto a que aun en la oscuridad, la fidelidad es usada por Dios para un ministerio extraordinario. Seguido de este mensaje, la primera dama Beacham lideró a los invitados hacia un tiempo de oración prolongada centrada en cuatro áreas importantes: la familia, dirección espiritual, ánimo y sanación.
El Obispo Presidente Doug Beacham dio comienzo con la apertura del banquete el miércoles en la noche describiendo la relación histórica entre la IPHC y la Iglesia Metodista Pentecostal de Chile desde su afiliación inicial en 1967 hasta su unión formal el 4 de febrero, 2018. Luego de una oración de apertura dirigida por el Obispo Atilio Chavez de Guatemala, el Obispo Beacham presentó al Consejo de Liderazgo Global de la IPHC y a los miembros del gobierno chileno que asistieron a la cena, entre ellos Eduardo Duran Jr., que es tanto miembro de la IPHC como congresista chileno. Antes de la cena, los delegados se unieron en oración por el Obispo Gordon McDonald, superintendente de la Iglesia de Santidad Pentecostal de Canadá, quien se encuentra batallando un cáncer pancreático.
El Obispos Eduardo Duran Castro de Chile trajo un mensaje de Efesios 2:19 el cual enfatizó en la unidad que existe en la IPHC y el cuerpo de Cristo en medio de nuestra diversidad. Esta unidad no es del mundo, sino que está forjada por el poder del Espíritu Santo el cual anhela morar en un templo de personas diversas de todos los colores, géneros, nacionalidades, y etnias. Les recordó a los delegados que los bloques del edificio del Reino de Dios no son ni deben parecer iguales. Dios desea romper las barreras que dividen para que así podamos obrar y adorar en unidad. El banquete concluyó con varias demostraciones de “Cueca,” baile tradicional chileno, y todos disfrutaron de un tiempo de gozo en comunión.
En el primer día de la 6aAsamblea Global, la familia de la IPHC fue desafiada a examinar la diversidad de la obra de Dios entre nosotros, tanto en género como en etnias. La visión de “Arise 2033” puede ser realizada por hombres y mujeres de cualquier tribu, idioma, y nación siendo empoderados por el Espíritu Santo y trabajando unidos para lograr las metas establecidas. Al comenzar esta Asamblea Global, el Señor nos pide que nos examinemos y le permitamos al Espíritu Santo romper cualquier clase de barrera que pueda impedirnos el experimentar la unidad y el empoderamiento que Dios anhela que tengamos tanto a nivel local como global.
Por: Kevin Sneed